11 marzo, 2007

4 DIAS PARA...

27 AÑOS...

MIÉRCOLES Cena con Dani y cervezas japonesas en Muebles Ciudad. Prólogo de tres días más de celebración...


JUEVES 8 de Marzo, día C. Me levanto de muy buen humor, hay que recibir felicitaciones y disfrutar del día más señalado de la vida de una misma... Luego bajo al centro con Alba, allí nos encontramos con la otra homenajeada del día, Arantxa. Me compro dos vestidos y una samarreta, regalo de la Visi. Y cuando llegamos a casa como el plato de lentejas sin rechistar.

Por la tarde toca trabajar con los nenes, metro, autobus y ascensores. Pierdo 20 euros por culpa de la inoperancia de las máquinas expendedoras de billetes y de la incompetencia de los trabajadores de TMB. Bien, no dejemos que una minudencia como esta destorote lo que queda de día.

Noche de marisco, pulpito y pastel de la mama. Soplo las velas y para variar nos peleamos... la razón... qui lo sa...

VIERNES Facultad, felicitaciones varias y viaje hasta Poblenou. De allí decido pasear mi recién estrenado vestido por la playa. Cargo con la carpeta, la chaqueta, el pañuelo, el bolso... pero hace ya calor y sonrío como una boba. Dos mochileros se acercan casi corriendo y me abrazan entre risas. Lo mejor de la sorpresa es la magia que reside en ella... ¿o era al revés? Como sea, pero aquellos dos abrazos me alegran aún más el día.

Por la noche toca cena con Johann en la Plaça Sant Josep Oriol. De allí al Gòtic a tragar dos calilitros de ya no sé qué. Se nos suma Manel. De allí nos metemos en la furgoneta y llegamos hasta Gràcia. Noche de furgo, maria y pelucas...



SÁBADO A pesar que ya pasaron dos días de mi cumpleaños, Dani me obsequia con un enorme tiramisú. Marta ya comió, según ella para asegurarse que no había peligro de intoxicación... ejm, ejem. Me empeño en intentar entender las bases de la guitarra. Primeras notas mientras el profesional que tengo al lado se desespera mirando la posición de mi mano. Hay que tener paciencia...

Bajamos al bar. Bocata marinero y un empate del Barça. Me da igual, la verdad, hace tiempo aprendí a que estas cosas no me afectaran lo más mínimo. No hasta que mi marido no sea uno de aquellos que ganan millones dándole al balón, entonces ya me alterará el empate, la vitoria y el penalti injusto.


Soplo las 27 velas que entre risas hemos estado colocando en la cocina. Hay que tomar aire, 27 velitas no son moco de pavo... Dani siente orgullo de su propio tiramisú. Marta repite y yo me como todo lo que hay en el plato.


Hoy nos espera un cumpleaños de lo más literario. Lo que empezó como una broma termina siendo una carta de lo más linda... Luego probamos con diferentes puntas y diferentes tipos de letras. Marta y yo reconocemos que aquí, el artista de la tinta es el mister. Las dos nos quedamos embobadas con tanta filigrana.


En fin, un año más creo que conseguí pasar el día de mi cumpleaños con todas aquellas personas con quien realmente me gustaría haberlo pasado. Cierto es que me faltaron algunas felicitaciones... palabras que te reconfortan, más que nada porque sientes que al menos ese día se acordaron de ti... Pero no estuvieron, y aunque tuve momentos de tristeza, para nada dejé que ese olvido y alejamiento me aguaran la fiesta.


Besos!!!

01 marzo, 2007

Decisiones

90 euros, material incluido, no examen, no trabajo final y 3 lindos créditos al terminar el curso de... ÁRABE!

Hay que ampliar conocimientos, aunque sea el sábado por la mañana. Hay que conocer mundo y culturas nuevas, aunque sea en la Politécnica de Barcelona. En fin, hay que abrir horizontes.

A algunos/as les puede parecer una tonteria, quizás no sepan de lo difícil que me ha sido dar el paso, enfrentarme a miedos y ollas varias. Sobretodo lo primero: el miedo. Pero eso hay que superarlo... Pedí ventanilla en el avión porque tengo un vértigo terrible... y al final me sorprendí de las vistas tan hermosas. El miedo no debe frenarnos a la hora de disfrutar. El miedo debe servir para ser superado y gozado.

Hay que superar niveles, sumar y no restar. De aquí a poco cumplo los 27, y no me apetece para nada seguir contemplando. Pasar a la acción después de un tiempo de letargo es hermoso, fascinante, mágico... Pero también entiendo que la parada es obligada, que no siempre se puede estar andando. Hay momentos para todo, tiempos, descansos y aceleros. Debe haber un disfrute en cada nivel, de lo contrario nos sentimos frustrados, incompletos, totalmente incoherentes con nosotros mismos.

Andar, hacia donde sea es lindo. Esperar lo (in)esperado también. Ese tiempo de espera puede parecernos asfixiante, lento, largo, sin fin... Pero hay final, claro que lo hay! Esperamos despertar un dia con la certeza de haber encontrado la solución, pero ese dia no llega, y seguimos esperando el momento. Es entonces cuando viene el disfrute del que espera. El momento llega, en forma de lo que sea, pero se nos acerca, o nos acercamos... Porque durante la larga espera y, aunque no lo creamos, hemos avanzado pasos...

¡¡BARAKA para el camino, y sigamos en ello!!