03 diciembre, 2007

Chocheo neuronal

" It is a truth universally ackowledged, that a single man in possession of a good fortune, must be in want of a wife..." y el que ya está casado, por todos es sabido que se vuelve con los años gilipollas perdido.

Ya es oficial, con el paso del tiempo, a medida que la diversión para con la pareja disminuye, a los hombres se les desconectan algunas neuronas y empiezan a chochear -ellos y las neuronas- lo que les conlleva a padecer delirios de grandeza. Y la experiencia me lo dice, con ella empecé a construir esta teoria. AlgunOs es posible que encuetren en ella palabras demasiado duras hacia su sexo, otrAs quizás me den la razón. Lo que piensen, en fin, me la trae al fresco, este escrito pretende ser un desahogo ante todo, y en ningún momento busco congratularme con nadie.

Hoy he recibido una llamada de lo más absurda. Hombre, 63 años, casado, con tres hijos a los cuales conozco y una esposa estupenda. Hacía ya meses que el tipo venía lanzándome indirectas, pero una nunca termina de creerse que alguien como él y teniendo el tipo de relación que tenemos (camarero-clienta), se le ocurra llamarme para decirme que me está tirando los tejos.
El tema ha ido así:

- ¿Hola? -digo yo, mientras mi alumno empieza a preparar las libretas.
- Ho... ho... holaaaaa
- Ah! Hola... ¿Qué pasa? ¿Olvidé pagar el café con leche?
- No, no es eso... -el tipo estaba algo cortado.
- ... -mi alumno se aguanta la risa mientras me ve hacer aspavientos por la habitación.
- Es que... bien... te has ido tan rápido que no me has dado tiempo...
- ¿Para...?
- Quería decirte que como buen viejo verde que soy, te tiro los tejos, aunque no me los devuelvas...
- ...
- ¿Oye? ¡Te oigo mal!
- Y sí, estoy en una clase... Verás, tengo trabajo...
-Bien, hablamos en otro momento.
-Ok, hasta otra...
- Sí... hast...
Colgué.

Y ahora viene la reflexión algo cargada de indignación. Es la segunda vez que me ocurre algo así, y lo bueno es que el tipo en cuestión sabe lo mal que me sentó la primera, así que ¿para qué leches insiste? Porque el chocheo neuronal empezó a hacer estragos. ¿Qué necesidad hay de flirtear con una chica que bien podría ser su hija menor? ¿Qué necesidad tiene de ponerse en ridículo de esta manera sabiendo que no sacará nada de mí, excepto el euro del café con leche? ¡Qué falta de respeto hacia su mujer! El tipo espera a que ella se largue del local para llamarme y decir sandeces, para caer en el ridículo más estrepitoso y para joderme las terdes venideras.

¡Hombres del mundo, envejeced con dignidad! La gente ve lo que simplemente quiere ver, sin darse cuenta que la realidad va mucho más allá que lo que simplemente perciben. Se mueven muchas cosas a nuestro alrededor, hay tantas conexiones, tantas razones... No hay que ser tan unidireccionales...


Con esa llamada lo único que ha conseguido es ridiculizarse, hacerme más patente su chocheo neuronal. Tengo a otro tipo que si bien padece el mismo deterioro cognitivo, al menos no se anda con tantos rodeos como ha hecho este hasta esta tarde. El otro, si quiere follar lo dice y santas pascuas.

- Flaca, decime, ¿para cuando?

Y una sabe a qué atenerse, y hasta es posible consultar la agenda y reservarse unas horas para un argentino delirante, mujeriego y cómo no, algo hablador.

Así que eso es todo, me quedé más tranquila, a pesar que quizás no tenga sentido nada de lo que he dicho, y que no habré llegado a ningún tipo de conclusión científica que demuestre ese chocheo que da la vejez y el matrimonio. ¿Moraleja? Tómate el café con leche en casa...


Aurevoir!