Desde el 20 de este mismo mes tenemos a una representante de los Heredia "onegeando" por Camerún. Alba se embarcó en esta aventura movida por su espíritu inquieto y por las ganas de conocer mundo. Desde aquí recibimos bien pocas notícias de ella, puesto que en el poblado en el que se encuentra no hay Internet ni teléfono, de modo que nos tenemos que conformar con sus mensajes y con las llamadas caóticas cada tantos días.
Sabemos que, haciendo escala en Casablanca, se subió en un taxi conducido por un hombre de lo más surrealista, y que comió en un restaurante de lujo antes de visitar desde fuera varias mezquitas. Ya en Camerún nos llamó el primer día desde la espesura de la selva tropical. Ya me la imagino, con aquella luz cegadora en la cabeza, buscando un lugar resguardado de la lluvia para hacerse entender entre interferencias.
Sabemos que ya ha curado a más de un nene, y que se tiene que duchar con agua de lluvia. Aquí en casa la medida nos gusta, puesto que Alba siempre hacía subir por las nubes la factura... Dice que come muy bien, y que ya se acostumbró a los olores del lugar.
Ayer recibimos un mensaje en el que nos decía que había estado pasando el día en Bafoussam, donde había visitado la casa de un rey casado con 60 mujeres. A estas horas seguramente estará en Fumbaum, un pueblo artesanal.
Y hasta aquí lo que puedo contar... Más de aquí a unos días, cuando de nuevo se ponga en contacto con nosotros.
Un petonet, Galeta!!!!!!!!