29 octubre, 2006

La Galeta




Desde el 20 de este mismo mes tenemos a una representante de los Heredia "onegeando" por Camerún. Alba se embarcó en esta aventura movida por su espíritu inquieto y por las ganas de conocer mundo. Desde aquí recibimos bien pocas notícias de ella, puesto que en el poblado en el que se encuentra no hay Internet ni teléfono, de modo que nos tenemos que conformar con sus mensajes y con las llamadas caóticas cada tantos días.



Sabemos que, haciendo escala en Casablanca, se subió en un taxi conducido por un hombre de lo más surrealista, y que comió en un restaurante de lujo antes de visitar desde fuera varias mezquitas. Ya en Camerún nos llamó el primer día desde la espesura de la selva tropical. Ya me la imagino, con aquella luz cegadora en la cabeza, buscando un lugar resguardado de la lluvia para hacerse entender entre interferencias.
Sabemos que ya ha curado a más de un nene, y que se tiene que duchar con agua de lluvia. Aquí en casa la medida nos gusta, puesto que Alba siempre hacía subir por las nubes la factura... Dice que come muy bien, y que ya se acostumbró a los olores del lugar.
Ayer recibimos un mensaje en el que nos decía que había estado pasando el día en Bafoussam, donde había visitado la casa de un rey casado con 60 mujeres. A estas horas seguramente estará en Fumbaum, un pueblo artesanal.
Y hasta aquí lo que puedo contar... Más de aquí a unos días, cuando de nuevo se ponga en contacto con nosotros.

Un petonet, Galeta!!!!!!!!

23 octubre, 2006

LAS ESCONDIDAS

Veamos... ¿Dónde era que se escondían?
Para nada quiero hacer aquí apología de las penas de una soltera, pero debéis entender que de vez en cuando acudan a mi mente preguntas de este tipo... Sobretodo en mis momentos más bajos.

Parece que los planetas se hayan conjugado en mi contra, a pesar que he consultado varios horóscopos y todos me son favorables... Quizás debería suponer que existe un complot contra mi persona. Pero últimamente no puedo evitar pensar que la principal cabecilla de semejante instigación soy yo misma.




Digo: no hago más que meter la pata en los momentos en que se espera de mí que saque lo mejor. Como hace unos días en el metro... ¡Aquello fue de pena! ¿Cuántas veces alguien con aquellos ojos verdes y aquel porte se acercará a mí y me pedirá el número de teléfono? Si tenemos en cuenta que en el metro siempre ando metida entre las páginas de algún libro, me aventuraría a decir que ¡nunca más! Bien, y en el momento de la verdad, justo cuando tenía que cantar nueve numeritos (los cuales conozco desde hace la tira de años), va y la cago. Así que ahora hay un hombre llamado Daniel que pulula por Barcelona con un número que no es el mío...

¡Vaya tela! Si sigo haciendo algo de memoria, tan sólo tengo que remontarme a hace una semana, cuando en vez de cantarle cuatro verdades a aquel que me acompañaba tomando café, me quedé sentada viendo como se largaba maleta en mano hacia la Argentina. ¡Joder, ni más ni menos que allí! ¿Es que en Barcelona no se construyen edificios? ¿Tiene que largarse al otro lado del charco a jugar a los arquitectos? Aquí lo espero, fumando, como dice la canción...
Quizás mi fracaso más estrepitoso fue aquel que conocí hace ya un tiempo, ni sé los años que yo contaba, pero él era mayor que yo... mmmmm... Recuerdo que todo aquello que yo pensaba él lo ponía en palabras. Incluso en momentos distintos de nuestras vidas nos detuvimos ante los mismos paisajes y nos vinieron a la mente los mismos pensamientos... Y claro está, que siguiendo mi dinámica lo dejé perder ya no sé a causa de qué... O él me perdió a mí... O ambos desviamos los rumbos y ahora andamos buscándonos entre fracaso y fracaso...
Aunque en mi vida en ocasiones también he sido yo la que rompía corazones. Ahora no recuerdo, claro está que la desazón y el desasosiego amoroso ofuscan mi razón... En fin, que por allí me encontraréis, aunque ni mucho menos buscando la ocasión. Creo que soy más de la opinión de dejar que las cosas vengan por sí solas, siempre suele funcionar mucho mejor, a pesar que las circunstancias en ocasiones se empecinen en hacernos creer lo contrario.
Desde aquí les mando un beso bien grande a Jordi, Marcos, Jaume, Aitor, Manuel, Mathew, Marc, Eloy, Oriol, Josep Bernat, Eduard, Xavier, Abel, Alberto, Gorka, David, Gabriel, Joan, Pau... y todos aquellos que por razones etílicas no alcanzo a recordar (o quizás porque ni tan siquiera pregunté el nombre...).
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09 octubre, 2006

LA FAMILIA: SAGRADA INSTITUCIÓN...


Y sagrados sean sus momentos de espontánea locura!!!!!! He aquí una pequeña muestra de lo que puede ocurrir cuando conviven juntos cuatro adultos y una perra pati-corti-coli-largui color café olé...


El objeto de tan ilariante momento fue la "web cam" nueva. Se ve que temíamos que el cacharrito no fuera a aguantar nuestras caras durante mucho tiempo. Por si a caso decidimos comprobar la garantía...


Lo mejor de todo: la ilusión y las risas. Por un momento la matriarca se olvida de dar la matraca con la ropa sucia, los platos y el paseo de la perra. El padre decide aparecer silencioso (para variar) por atrás y dejar tan bendita estampa para la posteridad. Las nenas se lo pasan bomba y la perra intenta sobrellevar la situación lo mejor que puede. Supongo que a día de hoy aún debe andar traumada por los meneos, los gritos y los saltos.



Y sí, lo que hace una mierdecita de machine, pero en casa de los Heredia es lo que hay. Hoy nos gritamos hasta desgañitarnos y manañana hacemos el simple frente una pantallita. De vez en cuando va bien recordar momentos así; digo, más que nada para no dejar que la rutina y el mal humor que conlleva nos hagan pensar que vivir los cinco bajo el mismo techo, es harto duro...
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