19 junio, 2006

REMEMBER...

Claro, no podía faltar en este blog un repaso a toda la música que conformó nuestras vidas. Aunque creo que poca gente va a coincidir conmigo... En cuanto a gustos musicales estoy algo desfasada!!

Crecí escuchando los acordes de la guitarra de Victor Jara. Aún guardamos como oro en paño aquella cinta de cassette y su tapa descolorida. Aparecía Victor en una imagen en blanco y negro.
A mí me gustaba mirarla bien detenidamente, y como me crié sin un Dios al que creer y rogar, terminé pensando que aquel hombre de voz sedosa vendría a ser lo más cercano a una divinidad (terrible sacrilegio, una debe tener algo de rojilla, qué sé yo!). Victor no venía solo, lo acompañaban Serrat y sus "Paraules d'amor", Raimon encarando el rostro al viento, Victor Manuel y Ana Belén abriendo y cerrando murallas, Maria Dolores Pradera perfumada de canela... Ya de pequeña me volví una sentimental de épocas nunca vividas. La leche, si aún hoy en día me pongo algún concierto de La Bordeta y no puedo evitar emocionarme: "Habrá un día en que todos al levantar la vista..." Puño en alto y a hacer camino, que aún hay mucho por andar...

Una mañana de hace ya unos cuantos años, el destino quiso que actualizara algo más mis gustos musicales. Mi prima Arantxa me llamó a las ocho para hacerme escuchar una terrible canción en inglés cantada por un hombre de voz rota - o llena de humo de tabaco-, titulada (everything I do) I do it for you... Aunque por aquel entonces yo entendí algo así como "lalarilolairuayduitforyu..." . Terrible. Creo que incluso tuve que acostumbrarme a escucharlo, en serio! No entendía lo que decía, tan sólo algún "loveyu" que se colaba por allí. Con el tiempo Bryan se convirtió en la tabla de salvación para cualquier situación de emergencia emocional. El primer concierto al que asistí fue el suyo. Arantxa y yo lo vimos entrar con su guitarra y la emoción fue tal que se nos cortó la respiración. Ahora los conciertos de Bryan Adams son cita obligada, aunque pasemos de comprarnos sus últimos discos, que bastante malos sí que son, todo hay que decirlo... Pero eso sólo puede decirlo una amante apasionada del mismo en cuestión, quede bien claro!!!!

Nuestro amigo nos abrió las puertas del mercado discográfico anglosajón. Nuestras convivencias en la Costa Brava vinieron acompañadas con la música de fondo de Glenn Medeiros. Para entonces cantábamos a voz en grito aquello de: nothing is gonna change my love for you... pero en un inglés bastante catalanizado, hay que entenderlo: malamalachispamalaaylovyu... (transcripción literal, no hay que sacar conclusiones de ningún tipo). Roxette marcó un hito en mi historia personal y en la de mi prima (siempre fuimos a la par, para no perdernos por el intrincado camino de la búsqueda...). Aquel colorido, aquellas melodías pegadizas... Las primeras traducciones y las primeras fotos colgadas en las paredes de la habitación... Todo un allazgo!!!

Pero nuestros caminos -los de Roxette, Arantxa y Glenn- tomaron rumbos bien distintos. Yo retomé mis clasicos de antaño, Arantxa se actualizó algo más... Por razones obvias me empapé de música clásica hasta los topes, pianos, violines, arpas... Por allí también me compré dos discos de havaneras. Me encantaba escuchar al grupo "Els pescadors de l'Escala" entonar aquello de: "el meu avi va anar a cuba a bordo del Catalán..." . Terminaba siempre llorando con els Segadors (una es muy patriota, aunque en MadriT se empeñen en decir que Catalunya... mejor dejamos la política de lado, ¿no?). Country, Rock'n Roll, salsa, rumba... Estilos varios, vaya...

Pasé también unos años escuchando a Kiss y otros tantos grupos americanos que ahora ya no recuerdo, debe ser cosa del inconsciente que cuando le da por borrar no sabe cómo parar. Agradezco mucho el empeño de terceras personas en "educarme musicalmente" (jajajajajaja), pero la cosa no tiene remedio, quien nace sin gusto muere sin gusto, eh aquí el ejemplo...
Pero hoy en día me acompañan nuevas adquisiciones y, también, voces de antaño. Bryan quedó relegado hace tiempo, aunque la adolescente que llevo dentro aún entona apasionada cada una de sus canciones... Regreso a mis orígenes: el hombre y su guitarra... Jorge Drexler me robó el corazón, y ahora mi amigo canadiense debe conformarse con este "remember". Tampoco tiene toda la exlcusiva en cuanto a conciertos se refiere, puesto que Jorge consiguió lo que otros tantos no consiguieron... Y digo, ¿qué legado musical haré llegar a mis hijos?Creo que eso ya es otro cantar, quizás en otro blog, o quizás no... Que sea lo que sea, ¿no?

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