Estos días de fiesta se presentan bien difíciles... Nada que hacer, NADIE con quién contar... Y es que parece que con el paso del tiempo se me secó el corazón. Hace ya tiempo que siento la necesidad de tener a ALGUIEN a mi lado, pero no hay caso, por más que me empeño sigo estando sola. ¡Y de eso ya me cansé!
¿Dónde, dónde leches se esconde? ¿Y para qué tanto jugar al escondite, si al fin y al cabo un día u otro tendrá que aparecer, para qué tanto misterio? Escribo aquí porque a estas horas de la tarde no hay nadie a quien pueda llamar, y las únicas personas que podrían cogerme el teléfono... Bien, una siempre se desahoga mejor ante desconocidos... Pero hoy ni el chat funciona, y parece que el silencio aprisione. ¿Es una sensación sólo mía o hay alguien más que la comparta?
¡Para qué preguntar! ¿Cómo aclararse una las ideas? ¿Cómo era eso de tomar distancia? Ya no recuerdo, me ofusqué y ya ni modo... Pero el caso es que hoy es una tarde triste. Una tarde de jueves más triste que ninguna otra, por eso lo veo hoy todo negro... A veces me gusta estar triste, sentir que hay fondo y que lo tengo bien cerca. Pero ya dije que de eso me cansé, que me cansé de estar sola. Llevo ya unos cuantos años escudriñando mi interior, y ahora que deseo DESEO salir de él, la tarde se puso melancólica y acudieron a mí recuerdos los cuales estaban mejor guardados en su baúl... Pero todo pugna un día u otro por salir, eso tampoco lo podemos evitar.
Hay días regidos por el corazón, o en mi caso por el estómago (lugar real donde residen las emociones más viscerales), otros los rige la pasión, el anhelo de un cuerpo, de los besos... Cuando decidí, ¿qué era lo que realmente me mandaba? ¡Enmudeció de golpe! Y ahora, a unos cuantos días de distancia de otro momento decisivo me siento desfallecer, y siento que quizás me equivoqué...
Tengo miedo. Tengo MUCHO miedo. Cuando las caídas han sido varias y fuertes, llega un día en que de golpe te entra un miedo visceral, incontrolable, casi atávico (ya de sobras conocido). Ahora me encuentro en un momento de máximo temor, sintiendo que esta tristeza no me nace del desamparo de todos estos años sola, sino de un día más próximo. ¿Cuándo desaparecerá? Quiero creer que esta Semana Santa me va a servir para echarlo, aunque no me puedo asegurar a mí misma que de aquí a un tiempo aparezca de nuevo... Pero espero que esta vez sea para quedarse, ya me harté de encontrar y despedirme... Me cansé de las despedidas... NO MÁS!!!!!